
Los leviatanes del norte, los leviatanes de Demonia, son los más grandes y peligrosos de todos. Habituados a nadar en aguas saladas profundas, hoy en día se encuentran dispersados por todo el océano central. Siendo omnívoros, se alimentan de dragones, de peces, de algas y de cualquier cosa que nade en el mar. Aunque sabias criaturas, no se tocan el corazón al constreñir a su presa hasta sofocarla para poder engullirla entera en el fondo del mar. Algunos son tan largos que, cuando cazan, mueven su cuerpo en círculos para generar enormes vórtices de agua. Cuando amenazados, emiten un chillido agudo para aturdir a su presa. El gemido es tan fuerte, que incluso el agua de alrededor se mueve a causa del sonido.
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